miércoles, 29 de febrero de 2012

Un cubata al año, ¿no hace daño?


Actualmente, los menores y el alcohol mantienen una relación que se puede considerar bastante íntima y precoz. Esto se puede observar en la reciente Encuesta Escolar sobre Alcohol y Drogas en España (ESTUDES) 2010-2011, donde se apunta que la edad media de inicio al consumo de alcohol entre menores en España es de 13´7 años. ¿A que debemos esta iniciación tan temprana? Quizá a una serie de mitos a los cuales se adhieren los menores como justificación a esta pauta de conducta. Aunque comúnmente se crea que el alcohol no es una droga, que es estimulante, que mejora la sexualidad o que consumiéndolo solo los fines de semana no hace daño, la realidad empírica demuestra lo contrario: el alcohol es una droga y además depresiva, su exceso puede favorecer la impotencia sexual y, aunque la cantidad consumida sea mínima, su consumo causa estragos desde el primer momento. (Si estáis interesados en conocer mas mitos podéis redirigiros a esta pagina Web : http://www.taringa.net/posts/info/1120704/Mitos-y-Realidades-Sobre-el-Alcoholismo.html )
De la encuesta anteriormente mencionada también destacamos que un 58’8 % de los menores entre 14 y 17 años han consumido una excesiva cantidad de alcohol al menos una vez en su vida y el 63`3 % lo hicieron en el ultimo mes. Estas cifras nos dan una importante visión de la cantidad y la frecuencia de consumo de alcohol en menores, pero para analizar de una forma completa esta práctica debemos prestar atención al cómo se consume. Los menores por su condición de menores se encuentran en un proceso madurativo en el que asocian su tiempo de ocio y la actividad de grupo al consumo de alcohol por eso los patrones de consumo en menores serán distintos a los que podría tener un adulto. Un menor consumirá alcohol como búsqueda de aceptación por parte del grupo, por imitación de conducta, o por presión de los amigos pero, por norma general, no en un contexto familiar; mientras que un adulto no relaciona directamente alcohol como una forma de ocio, sino como pauta de comportamiento normal, “yendo a tomar algo con un familiar o amigo” o llegando a beber en soledad. En la tabla que podemos encontrar en el siguiente pdf, aparecen los lugares en lo que preferentemente se desarrolla esta práctica por los menores,  siendo lo más destacado beber en casa de un amigo. http://portales.puj.edu.co/psicorevista/components/com_joomlib/ebooks/PS11-7.pdf ( pagina 123)  
Teniendo en cuenta esta pauta de conducta, vemos que la práctica tiende a ser frecuente, puesto que su por sus ocupaciones diarias, su relación con los iguales en el ocio queda limitada al fin de semana, momento en que se incrementa el consumo de alcohol. A la vista de lo anteriormente citado, nos atrevemos a decir que para la mayoría de los menores: Ocio + Amigos + Fin de Semana = Alcohol. 
Puede ser cierto que un cubata al año, ¡ no hace daño!,  pero lo cierto es que no es uno al año sino que se esta convirtiendo en una forma generalizada de diversión para los menores, que les traerá consecuencias futuras tanto a nivel psicológico como fisiológico.
Rebeca Fernandez
Esther Gómez
Teresa Diaz de Atauri
Nerea Callens

No hay comentarios:

Publicar un comentario