La ablación genital femenina comprende todos los
procedimientos quirúrgicos o intervenciones que extirpan total o parcialmente
los genitales externos, por motivos culturales, no terapéuticos. Esta práctica
se mantiene aun en 28 países africanos y se esta extendiendo actualmente como
rito de iniciación musulmana. Según los datos de la ONU, 2 millones de niñas al
año (5 cada minuto) lo sufren y la edad de éstas oscila entre el nacimiento y
los 14 años ¿Cómo una práctica a simple vista tan macabra puede tener cifras
tan altas? La respuesta la encontramos en la cultura. La ablación es vista en
esos países como un rito de iniciación de las niñas a la edad adulta, para la
integración y la cohesión social. Junto a esto los demás argumento que lo defienden son las creencias religiosas erróneas
de la ablación como precepto religioso, la percepción de que los genitales
femeninos son sucios o antiestéticos, o su realización como control de la
sexualidad femenina o como aumento de la
fertilidad y la seguridad en el parto.
La realidad nos demuestra que tiene consecuencia físicas ( quistes, infecciones, infertilidad, partos difíciles...) llegando incluso a la muerte por colapso hemorrágico o por dolor. Sin olvidarnos de los traumas psicológicos , similares a lo de la niñas que han sufrido abusos sexuales.
Por mucha tradición cultural que conlleve, no perdamos de vista que viola derechos humanos y, sobre todo, derechos de la mujer y del niño/a, así como refleja una desigualdad y discriminación arraigada.
El siguiente vídeo de la película Flor del Desierto, resume lo que sienten quienes sufren esta práctica, ya que cuenta la historia real de una mujer somalí, que lo vivió en sus propias carnes.
LINKS:
OMS :( Organización Mundial de la Salud) trata de la ablación y de las medidas que se están llevando a cabo por su organismo y otro como UNICEF Y UNFPA:
UNICEF:
Esther Gómez Martín
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