¿Qué se siente al cambiar de género de la noche a la
mañana?
Para millones de personas, con esta práctica, estás
privando al menor de sus derechos, robándole su infancia. Para estas niñas, en cambio,
vivir como un varón, las permite vivir la vida desde otra perspectiva, pueden
salir a la calle sin ir tapadas ni acompañadas, jugar con los demás niños, recibir
educación, etc. Es decir, tener unas libertades que siendo niñas nunca habrían imaginado.
En Afganistán, no tener hijos varones es una
deshonra, ya que puede llevar a la familia al destierro. Es una sociedad
patriarcal, en la que tener un hijo varón significa garantizar el linaje de la
familia. Por esto, los padres de estas niñas no dudan en cambiarlas de género.
Desde que la niña es pequeña, la disfrazan y la
enseñan a actuar como si fuera un varón. En la mayoría de los casos “van
disfrazadas” hasta los 18 años, cuando recuperan su verdadera
identidad. Las cortan el pelo, las
visten con ropa de niño y las presentan en sociedad como hijos varones, para aumentar
la posición de la familia y dejar de ser objeto de lástima. También lo hacen
por superstición, ya que piensan que al cambiar a una hija de género Alá les
concederá un varón.
No es una práctica aislada, se da en todas las clases
sociales e incluso hay un término que les designa, “bacha posh”, que significa "vestida como un niño".
Esta práctica se trata de una costumbre arraigada y
normalizada en la cultura afgana. Ni su Constitución, ni su religión la condenan, pero
si una comisión de derechos humanos.
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